Cobalto de sangre. Sobre los que realmente pagan por los móviles

Coltan Processing, Bukavu, South Kivu

Hace un par de semanas paré en un bar del Raval a tomar un cafecito de diez minutos. Me senté en una mesa al lado de la ventana, la luz amarillenta de la tarde le daba una calidez especial al lugar. Mientras preparaban mi café encontré sobre la mesa una de esas típicas revistas de ciudad trendy:  «Relevant BCN«. De entrada me cayó mal el nombre… la palabra revelant, en inglés singnifica importante (aunque literalmente se traduzca como relevante). O sea, me daba la sensación de que estaba frente a una pieza editorial algo egocéntrica o demagógica – a veces puedo ser un poco enroscada-. Me hizo acordar a muchas de las que dan vueltas por bares y facultades de Buenos Aires.

En fin, por suerte en inglés también existe la frase «don´t judge a book by its cover«, entonces abrí la publicación y ya en la segunda página me retracté de todo los prejuicios anteriores. A ver, convengamos algo: la revista no es la hostia y de hecho tiene varias contradicciones ideológicas entre unos artículos y otros. Sin embargo, la nota principal de la edición de fin de año me atrapó desde el principio: «Blood Cobalt», o Cobalto de sangre.

Recordé instantáneamente el film Blood Diamond y me estremecí. En un segundo sentí esa violencia y pensé: ok, no tengo un anillo Tiffany en la mano pero sí un celular con batería de litio. Es casi lo mismo aunque tapado por una carcasa.

Sobre el cobalto o el rey del Congo

La nota, en inglés (versión que encontré en la Web) y castellano, comienza explicando que la República Democrática del Congo, antes conocida como el Zaire, es el tercer país más grande de África. Su población cuenta con más de 60 millones de habitantes.  El país vive tambaleando entre conflictos que han regado de sangre su enorme superficie, que han dejado a la sociedad civil esclava de grupos que se disputan el poder sobre las riquezas mineras del territorio nacional.

Estos conflictos se suman a la Primera y Segunda Guerra del Congo: sólo la última, que comenzó en 1998 y se supone finalizó en 2003, causó casi 4 millones de muertos.

El 80% de la población congoleña vive con menos de 0,3 dólares/día, mientras que miles de millones de dólares salen del país ilegalmente para beneficio de grandes multinacionales, pricipalmente, fabricantes de dispositivos electrónicos.

El Congo tiene la segunda reserva del mundo de cobalto, elemento clave en la composición de las baterías de litio como las que alimentan teléfonos celulares y demás gadgets del tipo. También tiene enormes cantidades de coltán, o colombita-tantalita, cuyos extractos se utilizan en todo tipo de artefactos, desde laptops hasta frenos ABS.

El 64% del coltán en el mundo se fabrica en el Congo oriental, en las Colinas de Mushangi, en la región de Kivu del sur – una zona montañosa que marca la frontera con Ruanda.


La danza del congo o armas de seducción masiva

Kivu ha sido una zona de mucha agitación durante la última década, dado que sus minerales han proporcionado una fuente estable de riqueza a quienes se disputan la explotación de sus minas (entre ellos, el ejército rebelde de Laurent Nkunda. Existen sospechas de que el dinero del coltán se utiliza para financiar su guerra contra las facciones Hutus y las autoridades gubernamentales del Congo).

Según este artículo, un informe de la ONU del 2002 señala la conexión directa entre la guerra de la región del Kivu y la lucha por los recursos naturales. Las responsabilidades se reparten entre las autoridades congoleñas corruptas y sobornadas por los dólares; de los países vecinos, Ruanda y Uganda que venden y exportan gratis y sin permiso las riquezas de esta región, y las trasnacionales alrededor de 114 empresas multinacionales norteamericanas, británicas, belgas, francesas y alemanas se benefician de este saqueo al no tener que pagar nada por ellas.

Las minas de Kivu son en su mayoría de tajo abierto y la mayoría de sus empleados trabajan sin las medidas necesarias de precaución. El coltán se extrae de los laterales de las minas, en general está incrustado en trozos más grandes de roca comprimida y tierra. Los trozos de roca se inspeccionan hasta encontrar motas gris oscuro, señal de coltán. Ante el hallazgo, los trabajadores – que en general desconocen el uso que se le da al coltán- extraen y almacenan el material. «Una vez se haya recogido una modesta cantidad de esta sustancia, el minero llevará su botín a una oficina cercana y bien custodiada», dice elartículo de Relevant BCN. Allí se inspecciona el coltán,se pesa e intercambia por una pequeña cantidad de dinero, aproximadamente 10 dólares «por unos cientos de gramos que un trabajador puede tardar días en encontrar». (Según informa la revista estos números fluctuán muchísimo).

Cada semana el coltán se recoge de esas oficinas en grandes bolsas y se prepara para ser transportado. Las remesas se envían por avión y las fuerzas opositoras buscan interferir el tráfico, por lo cual los viajes son sumamente peligrosos. Los pilotos pueden recibir hasta 1500 Libras Esterlinas por llevar el material a destino. Una vez recibidas, las bolsas de coltán se vuelven a inspeccionar y se compran por unas 50 libras por kilo, antes de ser transportadas a la refinería. Según los datos publicados por la revista, las refinerías locales pueden producir unas cinco toneladas al mes.

El coltán es realmente una sustancia asombrosa ya que su capacidad para absorber calor ha recortado enormemente los costos del mercado de la electrónica.

Existen muchos accionistas en el mercado del coltán. Ruanda sería el país que más beneficio obtiene a partir de las extracciones que se llevan a cabo en el Congo, Uganda, Burundi, entre otros vecinos africanos que también estarían involucrados en el tráfico de coltán. El interés extranjero por la compra de la sustancia milagrosa incluiría conocidas empresas de Estados Unidos, Alemania, Bélgica y China. El coltán se convierte en condensadores de capacidad y otros insumos que se venden posteriormente a fabricantes de electrónica cuyos nombres ya todos conocemos. Luego los distribuidores compran los gadgets de estos fabricantes y nos los venden a nosotros.

A todo esto se hizo de noche en el bar del Raval…

No era la primera vez que leía sobre el tema del coltán y el cobalto. Sólo que esta vez me agarró de sorpresa, en medio de mi delirio por el uso masivo de los celulares y mi «pasión militante» – como se ha dicho acerca de mi discurso-.

No voy a hablar de buenos ni malos, de explotados ni explotadores. Las empresas hacen sus negocios y nosotros compramos y usamos los productos que nos venden. Eso es materia de otra discusión en todo caso. Esto sólo agrega mayor urgencia a la problemática del reciclaje de chatarra electrónica, tema del que vengo hablando desde hace un tiempo, buscando posibles soluciones, principalmente desde el campo del arte.

¿Qué vamos a hacer cuando toda esa chatarra altísimamente contaminante vaya a parar a las napas subterráneas? El tema del reciclaje tiene que ver con resignificar la obsolescencia de los dispositivos y con que la fiebre por conseguir la materia prima para producirlos empiece a disminuir.

Como promotora de las tecnologías móviles, del uso de estos dispositivos de bolsillo que me parecen tan relevantes actualmente, no puedo dejar de publicar este tipo de informaciones. Todos los usuarios tenemos que conocerla, saber que el nacimiento y la muerte de los dispositivos están signados por historias negras: detrás del coltán y el cobalto, explotación social, luchas de poder, transas ilegales. Hacia el final de los gadgets: obsolescencia y contaminación.

Reciclar los materiales de los dispositivos electrónicos es una forma de hacerle bypass al loop de historias negras. Nos insto a que sigamos pensando y actuando en esa dirección

[+ sobre la situación en el Congo: en este linkaquí y allá. ]

8 comentarios en “Cobalto de sangre. Sobre los que realmente pagan por los móviles

  1. Thanks for your support!

    I am the writer of the article in relevant BCN and I appreciate you passing on the information. It all started from a dvd given to me in South Africa by a Congolese friend and now a few more people can know about it!

    1. It´s so cool that u passed by and left a comment. As u can see, I enjoyed ur article very much and felt prompted to share that info. Please stay in touch and let me know if u find anything else, i´ll be happy to translate and share it too. Cheers ;) m-

  2. Mara: me encanto tu nota, te cuento que en Cordoba (Arg) estamos con un proyecto de reciclaje de RAEE(Residuos de Aparatos Electricos y electronicos) buscando tanto la refuncionalizacion para donaciones a sectores carenciados de aquellos equipos reparables u obsoletos para algunos y totalemnte útiles para otros, como así tambien el reciclaje y disposicion definitiva no contaminante. Apuntamos a difundirlo ´para que tanto particulares como empresas donen aquello que ya no utilicen y no lo dispongan en el basurero común.te dejo mi mail por cualquier contacto paugialdi@hotmail.com.
    Gracias
    Programa GxC «gracias por la compu»

    1. Hola Paula! qué bueno leer tu comentario y saber que hay iniciativas de este tipo en cba. En breve me pondré en contacto con vos para que me cuentes más y así poder difundir el proyecto. Un beso, m.

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