Palabras mayores. Sobre la participación de S. Downes en «El Proyecto Facebook y la post-universidad»

Nos sentimos enormemente honrados. El gran Stephen Downes acaba de publicar en su blog el prólogo que escribió para «El Proyecto Facebook y la post-universidad», un libro que escribimos de manera colectiva y se presentará en la Feria del Libro de Buenos Aires en mayo.  Pasen y lean…

«Consider video, for example. Film and television have been a part of education for decades and have had an impact that has been widely derided as unimpressive. Nadaner, echoing a conclusion reached by many others, writes, “While imaginative uses of television may augment visual thinking, constant exposure to fast-paced programming may inhibit the basic cognitive processes of attention, reflection and analysis.” [26] The faculties developed by the creation of video, though, is another matter. Mara Balestrini explores the creation of short videos in the Facebook project using mobile phones as a way for students to learn both an audio-visual language as well as the technology of recording devices. [27]»

Cambia, todo cambia. Sobre algunos sucesos del 2009

Hoy estoy particularmente sensible y quisiera escribir acerca de tantas cosas. Fin de año es época de balances y, aunque uno se resista, resulta inevitable pensar en todo lo sucedido durante los últimos doce meses.

Lo cierto es que hace exactamente un año, el 19 de diciembre de 2008, estaba subiéndome a un avión de Quantas, después de haber pasado unos 20 días en la bella Australia. Durante el vuelo conocí a Ganissa Cabrera, una venezolana que vivía desde hacía un par de años en Nueva Zelandia. Hablamos de la vida, de política, de amores y de lo que nos depararía el año que estaba por comenzar.

Recordando esa conversación no puedo evitar sonreír. Nada de lo que tenía planeado sucedió y en cambio viví una serie de acontecimientos que jamás hubiera imaginado.

Este no es un blog autobiográfico y no quisiera que lo fuera. Por eso, evitaré contar las cuestiones personales que obviamente se entretejen con las decisiones que tomé durante 2009 y que sin duda cambiaron el rumbo de mi vida.

Sólo diré que hacia marzo me fui de La Voz del interior donde trabajé desde diciembre de 2005 y que en ese mes conocí a quien me abriría las puertas hacia una nueva etapa: Alejandro Piscitelli. Otro Alejandro que marca un mojón en mi trayectoria. El primero fue Mareco, mi primer editor en La Voz y con quien aprendí y compartí momentos, ideas y gestos inolvidables.

Piscitelli vino a Córdoba en marzo a dar la charla inaugural de la Especialización en Periodismo Digital de la cual yo era profe. Allí cruzamos algunas palabras y en muy poco tiempo comenzamos a trabajar juntos. Él tiene una capacidad asombrosa para reclutar y conectar gente, armar equipos y desarrollar iniciativas.

Me incorporé como consultora del área multimedia de «El Proyecto Facebook«, en la Cátedra del Taller de Procesamiento de Datos de la UBA. Allí conocí a personas increíbles que hoy conforman mi círculo cercano: Heloisa Primavera, Guadalupe López, Clara Ciufolli, Carolina Gruffat, Jorge Contegni, Roberto Schimkus, Iván Adaime y el resto del equipo que trabaja día y noche para darle vida a un experimento edupunk que ensaya nuevas formas pedagógicas y de construcción colectiva de conocimiento.

De a poco comencé a viajar cada vez más seguido a Buenos Aires hasta darme cuenta de que ya vivía en esta ciudad. También, a través de Alejandro, conocí a Anaclara Dalla Valle y Melania Ottaviano. Con ellas armamos un equipo de trabajo y amistad que denominamos «Las tres mosqueteras» y desarrollamos proyectos como Streameame, para Microsoft, coordinamos un grupo en el Observatorio para la cibersociedad, y una serie de iniciativas que se materializarán en 2010.

Ser freelance me permitió viajar mucho más para expandir el Taller de celumetrajes, que visitó Rosario en un par de ocasiones, Santa Fe, Rafaela, Buenos Aires y algunos otros lugares. En el camino tuve tiempo para hacer foco y comprender la tan mentada Revolución mobile y repensar mi trabajo con el dispositivo que más me cautiva: el celular.

Participé en Campamentos digitales, jornadas de comunicación, el gran VirtualEduca y una serie de eventos (RosarioBlogDay, San Luis Digital, etc) que me pusieron en contacto con personas con las que ahora pensamos proyectos a futuro en el campo de la educación y las nuevas tecnologías aplicadas también al arte o al periodismo.

Podría seguir mencionando nombres y hechos porque 2009 ha sido un año de hiperactividad y expansión. Sin embargo, la idea de este post era cristalizar el asombro que me cautivó esta tarde mientras regresaba a casa después de un feijoada fabulosa en casa de Heloisa con motivos edupunkeanos. El viaje en tren me llevó a pensar en ese vuelo de Quantas y vi pasar velozmente las escenas de los últimos doce meses. Escenas jamás imaginadas, por fuera de cualquier plan, dolorosas algunas, llenas de alegría otras.

La vida es, sin duda, un «do it yourself». Porque no hay otra manera de vivirla genuinamente. Algo que se traza sobre la marcha, arriba de un tren que va en dirección conocida – a veces elegida- pero hacia un destino insospechado.

Por eso queremos repensar la educación. Por eso convergemos y conversamos en la Cátedra de datos como lo hicimos este mediodía. Acaso porque, como comprendí este año, no podemos educar sobre la base de fórmulas, repeticiones y verticalismos. Enseñar y aprender para vivir, para ser una persona feliz, íntegra, comprometida no puede estar ceñido a métodos obsoletos concebidos en/para un paradigma que ya no existe. Se aprende en la contingencia, con emoción y razonamiento. Se enseña y se aprehende en la colaboración, sobre la marcha, haciendo y pensando, de manera individual y colectiva.

En octubre de 2008 tuve que pronunciar un discurso para recién graduados en la Universidad Blas Pascal. Antes de terminar, dije:

«Quien viene a buscar respuestas a una universidad se equivoca. Quien cree que un título es una gran afirmación, una certeza ineludible, está ciego.

Sólo se aprende en la libertad, en el marco de esa condición mental donde el dogma se desvanece para dar lugar al interrogante, a la posibilidad de cuestionar, de crecer. Y es allí donde la universidad se convierte en una entidad viva, un lugar de encuentro, de aprendizaje.»

Acaso, el año pasado apenas intuía algo que sólo en 2009 comencé a comprender. Gracias a todos los que me acompañaron a lo largo de este año de sorpresas. Gracias a los lectores de este blog que también nació en 2009 para compartir en el ciberespacio algo de este proceso de aprendizaje. Gracias totales.

Crónica de un mes agitado. Sobre mi participación en el Campamento Digital y el VirtualEduca 09

Noviembre es siempre un mes intenso. Época de cierre para algunos proyectos y de planificación para los que vendrán el próximo año. Personalmente no viví la excepción. Octubre y noviembre me encontraron vajando incesantemente, conociento gente y compartiendo experiencias en distintos ámbitos y lugares.

1, 2 y 3 de Nov. Tal y como había adelantado en este post volvimos a montar el «Laboratorio de celumetrajes» en un Campamento Digital, en esta ocasión el de Santa Fe, tercero en la saga de encuentros digitales educativos que ha llevado a cabo la gestión Binner en esa provincia.

Federico Álvarez y Liza María Rojas (en la foto, agotados después de una jornada!) me acompañaron a lo largo de tres días de trabajo intenso en los que participaron del laboratorio unos 1300 chicos.  Se trataba de talleres express de 40 minutos de duración que se repetían continuamente entre las 8.30 am y las 8.30 pm. La producción de celumetrajes instantáneos fue vastísima y en general notamos gran entusiasmo por parte de los asistentes.

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Nos vamos al Virtual Educa 2009. Sobre las TICs en la educación y las experiencias Edupunk!

digital-nativesEn el marco del X Encuentro Internacional Virtual Educa que se llevará a cabo en Buenos Aires los días 9 al 13 de noviembre, la Fundación Telefónica de Argentina, a través de EducaRed, desarrollará el VI Seminario «Escuelas del Futuro». El mismo está destinado a docentes, directivos, especialistas y otros miembros de las comunidades educativas interesados en la innovación a través de la inclusión de las TICs y en el impulso de sus potencialidades para la consecución de la equidad, la inclusión social y el desarrollo sostenible.

El lunes estaremos presentando Diseñando propuestas de educación en entornos participativos. Hacia una nueva metodología de enseñanza, con el equipo de la Cátedra de Procesamiento de Datos de la UBA.

Mientras que martes y miércoles será el turno para una reedición del taller Streameame que desarrollaremos con Melania Ottaviano para Microsoft.

Además, habrá tutorías imperdibles de Hugo Pardo, Alejandro Piscitelli, Begoña Gross, Dolors Reig, entre otros popes de la comunicación y la educación.

Facebookmetrajes. Sobre el desembarco de los microformatos en «El Proyecto Facebook».

Hyeres-Henri-Cartier-Bresson

Aun en el ámbito académico, en el marco en el cual siempre fueron denostadas, hermanas menores de la palabra, las imágenes ejercen un poder de seducción innegable. Anoche, entre las 19 y las 21hs, los alumnos de la Cátedra de Datos (UBA) asistieron al tercer teórico de «El proyecto Facebook«, que hizo foco en criterios técnicos y estéticos de la realización audiovisual para arrojarse a la aventura de empezar a pensar en imágenes y a producir conocimiento en video.

Como sólo disponíamos de un par de horas, tanto para la introducción de Alejandro como para mi teórico sobre «Celumetrajes», la charla fue bastante acelerada y general, aunque supongo que los talleristas pudieron irse con una idea acerca del proceso de creación de contenidos con microformatos y algunas aproximaciones a la estética y semántica de las imágenes.

Hubo buena participación de los alumnos lo cual resulta fundamental a la hora de convertir el aula en taller. Hubo algunas risas, buenas observaciones e interés por parte de los talleristas. Por ejemplo, surgió en ocasiones cierta preocupación por la «profundidad», como si esto de trabajar con videos y redes sociales no fuera lo suficientemente «profundo» para intervenir el espacio académico.

Ese cuestionamiento me pareció interesantísimo. Creo que sintitiza todo lo que nos estamos cuestionando actualmente acerca de las formas de enseñanza académica. ¿Acaso la imagen no es tan o más profunda que el texto en tanto pone en juego los dos hemisferios del cerebro, la explosión de sentidos gracias a su polisemia, la necesidad inevitable de descubrir conceptos sin que «me los digan»? ¿Por qué suelen ser consideradas la «golosina» de la dieta cognitiva?

¿En qué reside su encanto, su capacidad de emocionarnos, de hacernos pensar y sentir? Hacia el final de la clase hablamos de las reglas de composición de la imagen y el murmullo se detuvo por completo. Alumbrados por la luz que arrojaban las fotografías de Henri Cartier Bresson desde el proyector, pude ver cómo el aula se convertía en una experiencia sensible, con caras muy diferentes a las que se ven cuando los alumnos de comunicación se enfrentan a los textos de Habermas, Marcuse, Lazarsfeld o Lasswell.

Los que venimos del audiovisual sabemos que en la universidad somos considerados unos «raros», unos no-intelectuales más preocupados por un buen encuadre que un concepto, siempre dando vueltas por el campus con trípodes y cámaras, viendo películas en la madrugada como tarea y trabajo práctico. ¿Cómo hicimos entonces para aprender? Viendo y haciendo, básicamente. Pero aprendimos.

Sabemos, por ejemplo, que llegar a contar con imágenes implica un proceso de aprendizaje que combina poder de síntesis, profundidad y, sobre todo, poesía. Sabemos que es difícil, pero acaso sea menos complicado que avalar la irrupción del audiovisual en el aula.

Gracias a los alumnos, al equipo de la Cátedra de Datos y a los invitados por haber participado del taller y haberme hecho parte de la experiencia Edupunk!